Basta de especulación y sobreprecios. Para alimentos a precios justos, compremos a la Economía Popular.
En el día de hoy nos movilizamos al supermercado Coto, la planta de Molinos Río de la Plata y la planta de Arcor para exigir que respeten el cumplimiento del congelamiento de precios.
Mientras las grandes empresas han repuntado sus ganancias extraordinarias a través del consumo, el pueblo trabajador ve cómo día a día decrece su poder adquisitivo y cómo la compra de alimentos pasa a ser un drama cotidiano.
En un país que produce alimentos para 400 millones de personas, el hambre es un crimen. El boicot a Molinos, Arcor, Coto y a las empresas que no se adhieren a la medida de congelamiento de precios del gobierno, tiene como contracara necesaria profundizar la discusión sobre la soberanía alimentaria: qué comemos, de dónde vienen esos alimentos y poder discutir los márgenes de ganancia desorbitantes de los grandes supermercados.
Por eso también montamos nuestros almacenes de consumo popular, exhibiendo los productos de la agricultura familiar y la economía popular, para mostrar que otro consumo es posible, uno que priorice el acceso de alimentos sanos a precios justos.